Justo Rivera Parrazales sería una de las víctimas del ataque armado, ocurrido la madrugada del 8 de marzo a las afueras de un bar de Querétaro, según la columna de Claudio Ochoa Huerta, en un diario nacional.
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Un familiar de Jesús Méndez Vargas, alias “El Chango Méndez”, fundador del cártel de La Familia Michoacana, resultó asesinado también en ese ataque armado, confirmaron autoridades, quienes descartaron que era su hijo.
De las otras dos víctimas, la Fiscalía de Querétaro señaló que se trataba de dos mujeres con parentesco entre sí y sin relación con el familiar de “El Chango Méndez”, quien un día antes se envió a Estados Unidos, como parte de la extradición de 29 capos.
El encubrimiento
En su publicación, Claudio Ochoa señala a la Fiscalía de Querétaro por encubrir la identidad de uno de los asesinados y que se trataría de Justo Rivera, quien es empresario y lo liga como operador de Amílcar Olán Aparicio, quien ha sido acusado por el medio Latinus de crear una red de tráfico de influencias junto a los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
El periodista también lo liga como operador del exgobernador de Chiapas, Rutilo Escandón, quien es cónsul en Miami y, en una carta pública, se le ligó al crimen organizado.
Las pruebas que presenta el comunicador para asegurar que Justo Rivera fue la tercera víctima del ataque en Querétaro son dichos de que reportes de la Policía Municipal de Querétaro, primeros respondientes del incidente y que identificaron inicialmente a dos hombres y una mujer como las víctimas en un automóvil de lujo, Lamborghini Urus, con placas de Chiapas.
Las primeras publicaciones de medios queretanos se refirieron en general a tres víctimas y no al género.
Otras de sus pruebas son publicaciones de redes sociales en las que el empresario aparece con una camioneta de lujo del mismo color y tipo, sin dar más detalles, pues no se pueden comparar las placas de ambos vehículos.
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Tras el incidente, el 8 de marzo a las 15:16 horas, la Fiscalía de Querétaro publicó un comunicado en el que dos mujeres y un hombre resultaron las víctimas, así como otra persona, sin identificar su género se trasladó a un hospital.
Víctor de Jesús Hernández, fiscal de Querétaro, el 11 de marzo pasado, en entrevista con medios de comunicación, cuyo testimonio se encuentra en video, reiteró que las víctimas eran dos mujeres y un hombre.
El fiscal abundó que el hombre asesinado sí tenía un parentesco con Jesús Méndez Vargas, alias “El Chango Méndez”, fundador del cártel de La Familia Michoacana, pero no era su hijo; además, las dos mujeres eran familiares entre sí, además de que no tenían relación sanguínea con el sujeto asesinado.
“Lo que puntualizaría únicamente que nosotros procedimos a realizar las identificaciones correspondientes de las personas que resultaron ser víctimas y lo que pudimos constatar es que puede haber un grado de parentesco (Chango Méndez), puede haber un grado de parentesco”.
Respecto a las dos mujeres víctimas, indicó que “ellas tienen parentesco entre ellas, son independientes (al hombre asesinado), no son de la misma familia, vamos a decirlo así, lo único que les puedo compartir es que eran oriundos y asentados en un estados vecino, particularmente Michoacán”.
En otra entrevista por separado, el fiscal volvió a señalar que se trataba de dos mujeres y un hombre asesinados.
Respecto al sobreviviente, manifestó que se trata de “una persona lesionada que ha sido directamente sujeta a una intervención médica que, al día de hoy, puedo confirmar que se encuentra, al parecer, sin ninguna complicación médica al respecto. Nosotros no tenemos un dato específico que confirme que tiene mandato judicial vigente”.
Indicó que “ya se entregaron los cuerpos, se terminó el proceso de la necropsia, fueron entregados a sus familiares”.
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Es decir, que la versión del columnista contrasta con los datos oficiales de la Fiscalía de Querétaro y señala que se encubrió el asesinato de Justo Rivera, quien en su perfil público aparece como representante legal de la empresa Inmedicen.
