Por Lengua larga
El Partido del Trabajo llegó con todo a tierras chintololas, o sea, a Azcapotzalco. Y es que aunque muchos no creían en el gobierno de Nancy Núñez en el petista, Jaime Blas, el muchacho ha logrado lo inimaginable.
El joven representa a las izquierdas y es que ha aprendido bien de las labores de su mamá, la exconcejal y ahora diputada suplente, Beatriz Hernández, quien desde el gobierno de Miguel Hidalgo, primero con Víctor Hugo Romo y luego con Mauricio Tabe, se ha consolidado dentro del partido como una pieza clave y fundamental.
Se dice por ahí que Ernesto Villareal, quien ahora es legislador en el Congreso de la Ciudad de México tiene en muy alta estima y ha reconocido en reiteradas ocasiones la labor de la mujer no solo en la política sino en cuestiones de territorio.
El que se tiene que cuidar muy bien las espaldas en Jaime Blas pues hay algunos concejales que no lo toleran, es más, se asegura que no lo pueden ver ni en pintura pues el joven es “el nene consentido” de la gobernanta chintolola, Nancy Núñez.
Además, uno de los grandes aciertos de este miguelhidalguense que consiguió colarse en Azcapotzalco, son los recorridos y visitas que hace por las calles de la demarcación para escuchar a la gente.
Aunque muchos de los funcionarios de Azcapo le han negado el apoyo e incluso se han dedicado hablar pestes del joven; se pensó que haría buena mancuerna con otra joven concejala, María Teresa Álvarez pero se escucha en radio pasillo que la mujer no lo tolera y que cada que puede le pone el pie.
¡Qué gandallas resultaron los chintololos!
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