Redacción
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) identificó una red de corrupción vinculada a la Fundación ISSSTE, organización creada en 2016 bajo la figura de asociación civil. Marti Batres, director general del instituto, expuso que esta entidad recibió recursos y espacios sin la debida transparencia, lo que derivó en una denuncia penal.
Entre las irregularidades detectadas, se encontró que en 2017 la fundación recibió cinco millones de pesos destinados a la compra de insumos médicos para el ISSSTE. Sin embargo, no hay registros sobre el uso de estos recursos, y se constató que los insumos podían ser adquiridos directamente por el instituto. La única compra documentada a nombre de la fundación fue una máquina para tratamientos dermatológicos.
Asimismo, se entregaron 27 espacios dentro del ISSSTE para la instalación de cafeterías y máquinas expendedoras sin contraprestación alguna. Se argumentó que los ingresos generados por estos negocios beneficiarían al instituto, pero no se encontraron pruebas sobre el destino de esos fondos.
Ante esta situación, el ISSSTE inició un proceso para recuperar los espacios otorgados a la fundación y deslindar responsabilidades. Además, el 25 de agosto se interpuso una denuncia penal por la ocupación indebida de oficinas del instituto. También se solicitó que la organización dejara de utilizar el nombre del ISSSTE y se pidió a la Secretaría de Economía la revocación de su denominación.
A pesar de estos esfuerzos, la entrega de oficinas ubicadas en San Fernando quedó en pausa debido a un amparo concedido por un juez federal el 10 de enero.
La Fundación ISSSTE fue creada el 15 de noviembre de 2016, con José Reyes Baeza como presidente honorario y José Narro Robles como vicepresidente honorario. Las denuncias presentadas no son de carácter particular contra estos exfuncionarios, sino que han sido dirigidas ante el Ministerio Público, instancia encargada de determinar responsabilidades.