Por Juan R. Hernández
El panorama político y social de México sigue marcándose por iniciativas que, aunque diversas en sus temáticas, comparten un eje común: la búsqueda de preservar identidad y derechos.
Este jueves, la presidenta Claudia Sheinbaum enviará al Congreso una iniciativa para prohibir la siembra de maíz transgénico en el país y consagrar esta medida en la Constitución. Este esfuerzo no solo subraya la importancia del maíz nativo como símbolo de nuestra identidad, sino que refuerza una política que viene desde hace décadas. Sheinbaum recordó su labor en el 2001 como secretaria del Medio Ambiente, donde inició el combate contra el maíz transgénico.
Ahora, con el respaldo del decreto emitido por Clara Brugada en la CDMX, que prohíbe esta práctica en la capital, se da continuidad a una lucha que aboga por la soberanía alimentaria. Preservar el germoplasma y proteger la biodiversidad no solo es un acto de resistencia, sino un legado para las próximas generaciones.
En el plano político, el PAN capitalino busca renovarse tras una calificación reprobatoria en 2024. Con la creación de una “Incubadora de Funcionarios Públicos”, su presidenta, Luisa Gutiérrez, pretende replicar las políticas exitosas de sus bastiones: Benito Juárez y Miguel Hidalgo. Sin embargo, más allá de los planes y discursos, la verdadera prueba de un gobierno está en su capacidad de reconectar con la ciudadanía. Las estructuras partidistas necesitan más que liderazgos: necesitan sensibilidad y soluciones reales.
Finalmente, la política migratoria también ha ocupado un lugar prioritario en el debate. Con el programa “México te abraza”, las y los diputados de la Transformación, liderados por Claudia Sheinbaum, buscan respaldar a los migrantes en su retorno al país. Proteger sus derechos y brindarles apoyo no es solo un deber humanitario, sino un acto de justicia ante la crisis que enfrentan miles de connacionales.
The post Maíz appeared first on Diario Basta!.
