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Como nunca en la historia del país, los trabajadores hemos sido el pretexto de los senadores y diputados para imponer una serie de reformas que violan los derechos laborales y han llevado al empobrecimiento del poder adquisitivo.

Cambios que no fueron consultados ni pensados en beneficio de los obreros, sino que representaron una estrategia para utilizar a la clase trabajadora como medio para obtener recursos y seguir regalando dinero con fines electorales mediante programas sociales.

Hoy, un nuevo golpe se planea en el Congreso y es uno de los desfalcos más grotescos que hemos visto. Los legisladores, como si se tratara de un robo a despoblado, están modificando las leyes para apropiarse de 2.4 billones de pesos de las subcuentas de vivienda del Infonavit. Según ellos, el objetivo es construir casas: en pocas palabras, decidieron quitarnos nuestros ahorros y gastarlos como les plazca.

Los trabajadores fuimos reducidos a cero. Nadie nos preguntó, nadie nos consultó. Como ya es costumbre, los líderes sindicales charros premiados con una curul en el Congreso no defendieron a los millones de trabajadores que, sí o sí, perderán sus recursos en otro experimento de la administración morenista.

Este no es el primer desfalco a los ahorros de los trabajadores. El año pasado, los legisladores se apropiaron de más de 24 mil 200 millones de pesos provenientes de las cuentas inactivas de las Afores de empleados de entre 70 y 75 años, recursos que tenían nombre y apellido.

Los trabajadores estamos hartos de ser engañados y robados. No olvidemos que fueron los mismos diputados y senadores, en su mayoría de Morena, quienes limitaron el reparto de utilidades de todos los trabajadores de México al anexar al artículo 127 de la Ley Federal del Trabajo la fracción VIII, donde se estipula que “el monto de participación de las utilidades tendrá como límite máximo tres meses del salario del trabajador”. De manera arbitraria violaron nuestro derecho constitucional de recibir 10 por ciento de las ganancias totales de las empresas.

La burla es tal que hoy algunos que se hacen llamar líderes sindicales paralizan empresas y dejan sin empleo a los trabajadores exigiendo las utilidades que ellos mismos limitaron. Ese es el caso de Napillo, quien siendo presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Senadores fue el principal impulsor de esta reforma y hoy ese impostor de minero mantiene una huelga en Minera Tizapa, que llegará a cinco meses, trayendo consigo hambre y deudas para cientos de familias.

De manera inconcebible, en México los trabajadores pierden hasta 35 por ciento de sus ingresos en el pago de impuestos. Estamos en un momento crítico para los trabajadores, donde los mañosos representantes obreros permiten atropellos con tal de no ser investigados ni encarcelados.

Ya basta de tanto robo a la clase trabajadora. Hacemos un llamado a legislar con ética y a dejar de lado los engaños. Empiecen por eliminar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) aplicado a vacaciones, aguinaldo y reparto de utilidades. Vuelvo a levantar la voz con esta misma propuesta, tal como lo hice como diputado federal en 2018.

Los verdaderos trabajadores debemos tener participación directa en las decisiones que nos afectan y no ser sólo el pretexto de la cúpula del poder y de líderes charros que lo único que han hecho es empobrecernos.

 

      @CarlosPavonC

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