Elon Musk, empresario y uno de los principales donantes del recién investido presidente Donald Trump, ya desató la primera polémica tras realizar lo que parece ser un saludo nazi durante el evento posterior a la toma de posesión del ahora presidente, en el Capital One Arena.
El incidente ocurrió al mismo tiempo que Trump asistía al almuerzo inaugural en el Congreso, lo que generó críticas y especulaciones sobre el significado del gesto.
Durante su discurso, Musk afirmó que “las elecciones van y vienen, pero esta es realmente importante. Y quiero darles las gracias por haberlo hecho posible… Gracias a ustedes, el futuro de la civilización está asegurado”, mientras alzaba el brazo en dos ocasiones.
El gesto, ampliamente difundido en redes sociales, se interpretó por algunos como un saludo nazi, una asociación que el magnate no ha aclarado hasta el momento.
Elon Musk y su polémico saludo en investidura de Trump
El contexto amplifica la controversia. Apenas horas después de asumir el cargo como el 47.º presidente de Estados Unidos, Trump enfrenta su primera demanda judicial, presentada por la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno (AFGE) y la organización Public Citizen. Estas entidades cuestionan la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Musk, con el objetivo de recortar costos federales.
El plan, que promete ahorros de hasta dos billones de dólares, es criticado por expertos, quienes señalan que las metas son inviables sin afectar servicios sociales esenciales. La demanda alega que Musk y su equipo “no representan los intereses de los estadounidenses comunes”.
