En todo hogar del mundo, existe un producto considerado como un básico que no puede faltar y es el papel higiénico.
Utilizado para diversas tareas, unas muy personales y otras no tanto, el papel higiénico siempre debe cumplir con un estándar de calidad que incluye varios aspectos para agradar a los consumidores.
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La industria del papel higiénico es enorme y evolucionó a lo largo de los años para mejorar la calidad, resistencia y suavidad del producto, pero, de acuerdo con Profeco, sus inicios no fueron tan espectaculares. Aquí te contaremos la historia de este importante y tan utilizado producto.
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El papel higiénico en la antigüedad
Según información difundida por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), los griegos y los romanos utilizaban piedras, esponjas y hojas de algunas plantas (amarradas a un palo que permanecían sumergidas en un balde de agua salada o agua con vinagre) para realizar su limpieza luego de hacer sus necesidades.
El uso del papel para dicha actividad se considera que surgió en China; según evidencias escritas, su uso se menciona ya en el siglo VI antes de nuestra era; sin embargo, se encontraron en excavaciones algunas pruebas de que también utilizaban un palo de bambú o madera envuelto en tela.
En America, existen registros de que los antiguos pobladores de lo que hoy es México utilizaban mazorcas de maíz sin granos para asearse; en zonas cercanas al mar utilizaban conchas; mientras que, en Hawai era común el uso de corteza de coco para los pobres y algodón y encaje para los ricos.
Durante el apogeo de la dinastía Yuan, en 1391, comenzó el uso de hojas de papel para después de ir al baño, pero la producción masiva se dio hasta el siglo XIX.
El papel higiénico como lo conocemos hoy
Con el paso de los años, la industria del papel vino a sustituir el uso de hojas de periódicos y revistas para el aseo personal después de ir al baño, en 1857, Joseph Gayetti, tuvo una gran idea que revolucionó la industria de este infaltable.
Tras realizar varios experimentos, Gayetti obtuvo el material perfecto que revolucionó el mercado, un trozo de papel hecho de fibra vegetal disuelta con agua y otros químicos y colorantes que le dieron en color blanco que conocemos.
Gayetti puso a la venta su descubrimiento bajo el nombre de “Papel terapéutico Gayetti” en un empaque de 500 hojas especiales adicionadas con humectante que costaba 5 centavos de dólar.
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En 1890, la compañía Scott llevó este invento a otro nivel y lanzó la versión enrollada para su comercialización pero el empaque no tenía nombre, por lo que algunos intermediarios se lo apropiaron.
En 1932, la marca Charmin introdujo al mercado la versión en rollo en paquete de cuatro piezas y la firma St. Andrews lanzó la el papel de doble hoja; a partir de ahí el reto de la industria del papel higiénico ha sido conseguir la mayor suavidad y resistencia del mercado.
