Ucrania decidió suspender el tránsito de gas ruso a través de su territorio, lo que pone fin a un acuerdo que había perdurado incluso tras la invasión rusa en 2022. La medida, calificada como “histórica” por el gobierno ucraniano, genera tensiones en Europa del Este, donde Moldavia declaró un estado de emergencia y Eslovaquia amenazó con represalias contra Kiev.
Desde el colapso de la Unión Soviética en 1991, el gas ruso fluyó hacia Europa a través de Ucrania. El contrato vigente desde 2019 expiró ayer sin renovación, lo cual puso fin a un mecanismo que aún representaba casi un tercio de las exportaciones rusas de gas al continente.
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“Hemos interrumpido el tránsito de gas ruso; es un acontecimiento histórico. Rusia pierde mercados y sufrirá pérdidas financieras”, declaró el ministro de Energía ucraniano, Guerman Galushchenko. Por su parte, el presidente Volodimir Zelenski celebró la decisión como “una de las mayores derrotas de Moscú”.
Pese a los esfuerzos europeos por reducir la dependencia del gas ruso desde 2022, muchos países del este de Europa dependen de este recurso.
Consecuencias
Mientras el gasoducto ucraniano queda fuera de servicio, el suministro ruso ahora transitará por rutas alternas, como los gasoductos submarinos del mar Negro o buques cisterna con gas natural licuado.
La situación es particularmente crítica en Moldavia, que enfrenta una combinación de crisis energética y tensiones separatistas.
Gazprom, la empresa estatal rusa, ya había reducido significativamente el suministro de gas al país, lo que afectó la disponibilidad de electricidad, mayormente generada en la región separatista prorrusa de Transnistria.
La presidenta moldava, Maia Sandu, denunció lo que calificó como “chantaje energético” por parte del Kremlin. “El objetivo es influir en las elecciones legislativas de 2025 y socavar nuestro camino europeo”, afirmó Sandu, quien ofreció ayuda humanitaria a los habitantes de Transnistria, una propuesta rechazada por las autoridades locales.
Eslovaquia, el único miembro de la Unión Europea afectado directamente por el corte, también reaccionó con firmeza.
Su primer ministro, Robert Fico, visitó Moscú para discutir el tema con el presidente Vladimir Putin y amenazó con cortar el suministro eléctrico que Ucrania necesita urgentemente debido a los daños en su infraestructura.