Por Lengua larga
Querida Susana Cueto, te sabes el refrán que reza “ojo por ojo, diente por diente” pues esta columnista te va a enseñar el cabeza por cabeza.
Resulta que a estos oidos prodigiosos llegó el rumor que andas vendiendo la cabeza de esta escribana con tal de que no te corran de tu puesto en el Congreso de la Ciudad de México.
Cómo ve usted querido lector que la directora de Comunicación Social en el Recinto de Donceles ofreció desenmascarar a Lengua Larga con tal de que no la muevan de su puesto.
¿Y quién no? Si la mujer gana poco más de cien mil pesos al mes y eso le da para mantener su gustito, porque es bien sabido que es la novios 3 mil, o sea, le gusta tener muchos hombres a su disposición y, además, gusta de mantenerlos.
Pero lo que haga con su dinero no es incumbencia de esta chismosa, lo que sí es importante aclararle a unos cuantos diputados es que mucha de la información que ha sido publicada en estas líneas es porque ella la propaga en los pasillos del Congreso.
Sin embargo, eso no es lo más interesante, como diría mi querida Wendy “resulta y resalta” que Cueto anda diciendo que por “sus huevos no la van a correr”.
Tanto así que se jacta de haber conseguido que Ricardo Rubio del PAN y Martha Ávila de Morena se hayan reconciliado después de haberse peleado por supuesta violencia de género.
Dice Cueto que si Ávila la puso en ese puesto es porque ella “la mueve”, que es algo así como la titiritera y la diputada su juguete.
Y ni que decir de todo lo que ha contado de Luisa Gutiérrez Ureña, Andrés Atayde, Jesús Sesma, Tania Larios y Nora Arias.
A mi querida Susana le llama “La Atlantis” del Congreso porque jura que ha de desenmascarar a esta chismosa; pero muchos lo han intentado y nadie lo ha logrado.
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