Es 2024 y, en Chiapas, niños de comunidades indígenas de entre ocho y 14 años son obligados a trabajar en diversos ámbitos como un soporte de la familia, lo que trunca, muchas veces, sus aspiraciones y libertad y lo que ubica a la entidad en un deshonroso segundo lugar en trabajo infantil en el país.
Se vulneran sus derechos humanos y laborales, además de que es una situación normalizada para los pobladores, señaló el doctor Felipe Gaytán Alcalá, miembro del Programa de Responsabilidad Social enfocado a las Infancias de la Universidad LaSalle.
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El académico dijo en entrevista con 24 HORAS, que los menores de las comunidades rurales indígenas padecen la falta de recursos económicos, por lo cual las familias deciden incorporarlos al campo como apoyo, entre otras actividades, para el sostenimiento del hogar.
Es un ciclo familiar, dijo, “los padres fueron explotados laboralmente, es lo único que conocen para tener casa y sustento, eso mismo les enseñan a sus hijos; en muchas ocasiones, las redes de trata de personas los enganchan, mismas que se encuentran en nuestro país y en Estados Unidos”.
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HAY 16 COMUNIDADES IDENTIFICADAS
Gaytán Alcalá mencionó que al norte de Chiapas, en aproximadamente 16 comunidades, se da la explotación laboral infantil, e inclusive hay redes de trata de menores que no se denuncian.
“A partir de los ocho y hasta los diez años, son aptos para cargar, todavía hasta los 14, es por ello que se inician en periodos de pizca en el campo. Después de los 15, se incorporan a la mano de obra barata”, comentó.
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) hacen labor de concientización, pero, “Chiapas vive tres problemas: las comunidades de bajos recursos, una frontera con doble olvido y los flujos migratorios, donde los pobladores se mueven de sus comunidades a otros lugares de campo”, explicó Gaytán Alcalá.
Durante la Consulta Infantil y Juvenil 2024 #CIJ2024, en #Chiapas participaron más de 364 mil niñas, niños y adolescentes.
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— INE Villaflores Chiapas (@INEVillaflores1) December 18, 2024
Pprecisó que se ha buscado, mediante las ONG, proporcionar el “alfabetismo funcional”, el cual consiste en llevar la escuela a las zonas donde laboran los padres y enseñar a los menores sólo a leer y a escribir.
“Debemos hacer una regulación sobre el trabajo infantil, y hacerla efectiva, además de proporcionar programas sociales que los apoyen para asistir a la escuela, y después ver temas de alimentación y nutrición”, concluyó el investigador de LaSalle.
A nivel estatal, las tasas de trabajo infantil más altas se presentan en Oaxaca, con 21.5%; Puebla y Chiapas, con 18.3% y la Ciudad de México, con 5.4%, según datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) del Inegi 2019.
MENORES EN SITUACIÓN LABORAL
3.7 millones de niños, niñas y adolescentes desempeñan trabajo infantil en México, señala el Inegi
21.5% de niños, llevan a Oaxaca a ocupar el primer lugar a nivel nacional
1.6 millones de menores realizan quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.
