El mundo del espectáculo está de luto con el deceso de Silvia Pinal, ícono de la Época de Oro del Cine, de la televisión y el teatro nacional.
“Es la gran diva del cine mexicano”, aseguró Jorge Rivero Mora, profesor de historia de la Facultad de Historia en la Universidad de Veracruz; “independientemente de sus capacidades actorales, las cuales fueron evolucionando, Silvia Pinal es una estrella con todas sus letras y es que en esa Época de Oro, los actores era personalidades.
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“Todos, sin excepción alguna, eran la representación de estereotipos y la belleza de Silvia Pinal es innegable, eso y su romance en las cintas a un lado de los galanes de la época, hicieron que tuviera una de las carreras más prolíficas”, destacó en entrevista con este medio.
Aunque por otro lado, el catedrático dijo que su paso por este tiempo es “mediano”, pues no fue la figura de la talla de María Felix o Dolores del Río, en esta etapa, las alcanzaría más tarde.
“Tin Tan, es muy importante en la vida de la actriz porque filmó tres grandes películas a su lado, las más emblemáticas principalmente El Rey del Barrio, ella fue la protagonista junto al pachuco que ya era muy taquillero y esto, sin duda, fue el impulso que necesitaba su carrera”, agregó.
“En lo personal creo que a pesar de que como actriz no era la más convincente, para este punto ya era considerada una diva y es que era muy propio de su tiempo que los actores eran más bien personalidades, pero le llegó el tiempo de ser una musa de Buñuel, uno de los mejores cineastas en la historia del cine y estuvo a su altura; tanto así que grabaron tres películas, siendo Viridiana, la más enigmática para Pinal”, destacó.
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Sobre el filme que causó gran polémica en la España de Francisco Franco y que hizo al Vaticano buscar la censura, existe un mito, pues según el experto “no existen pruebas tangibles” de que Silvia Pinal, haya sacado entre sus cosas, un carrete extra que contenía Viridiana y que gracias a ello, la película fue vista y hasta premiada en Cannes.
“Todo es parte de un mito en torno a estos personajes irrepetibles del cine, pero lo único que es cierto, es que aquí la señora Silvia alcanzó el punto más alto de su carrera en niveles actorales, no estaba en Hollywood, estaba con los que hacían el cine más exquisito.
“Pero por otro lado, ella podía ser ya comparada con una Marilin Monroe, desde antes tenía hasta un estilo similar en el peinado y la forma de vestir”, aseguró el catedrático especializado en la Cultura Popular.
Pasos para el teatro en México
Para el Teatro, también fue muy importante porque lo apoyó mucho, pero no sólo desde el lado de la producción, sino también de la inversión, al punto en que adquirió un teatro que llevaba su nombre en la colonia Roma.
“También tuvo una faceta en la política; en los años 80, se casó con un gobernador de Tlaxcala, e hizo cosas importantes como primera dama de dicho estado; después se volvió diputada, asambleísta por el PRI, dirigió en algún momento la ANDI, que es la Asociación Nacional de Intérpretes, también fue la secretaria general de dicha asociación. Fue una mujer que siempre estuvo muy activa en muchos más de un rubro”, destacó Rivero Mora.
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PINAL, LA DISRUPTIVA
Pero otra etapa sumamente importante en la vida de Silvia Pinal fue la de su llegada a la televisión, pues con un pasado lleno de los reflectores del cine y de haber participado con tantas personalidades, tomó a la modernidad y la hizo suya, ahora en la pantalla chica.
“Fue disruptiva”, declaró el crítico de televisión, Roberto Rondero, “y ese punto fue exactamente a su llegada a la televisión al programa Con los Brazos Abiertos, un programa que curiosamente es de concursos y lo hacía a un lado del primerísimo actor Domingo Soler, pero también se atrevió a llevar el teatro a la televisión con el programa Teatro Bonsoir, un musical que marcó un antes y un después porque por primera vez en la televisión mexicana se usó el playback”.
Pero su debut en las telenovelas tomó mucho tiempo todavía, pues en esta época, el cine aún era importante en la carrera de la actriz y los melodramas para la pantalla chica llegaron a su carrera en 1968 con la producción de época Los Caudillos y pronto haría el primer proyecto televisivo que la marcó de por vida: Silvia y Enrique.
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“Este lo protagonizó junto a su flamante marido de ese entonces Enrique Guzmán, se volvieron el matrimonio de la televisión, eran entrañables pero hacia 1972 se detuvo la producción y es que también empezaron a mezclarse cuestiones personales y ya no podían pasar tanto tiempo juntos”, continuó Rondero.
Pero su proyecto cumbre para la pantalla chica en donde Silvia Pinal se volvió transgeneracional fue con la llegada de Mujer Casos de la Vida Real, un programa que duró 21 años al aire.
“En su afán de incluir y actualizar su forma de hacer televisión dio voz a las mujeres y no solo fue presentadora, estuvo en la producción escénica y desde mucho tiempo antes de que se hablara abiertamente de los casos de violencia de género, ella lo hizo en la televisión a través de testimonios de gente real.
“Pero su historia no acabó ahí, todavía hizo algunas otras telenovelas como Fuego en la Sangre, Mujeres Asesinas, Soy tu Dueña, Mi Marido Tiene más Familia, en fin, ella hizo tantos proyectos como pudo y quiso”, finalizó el crítico.
Silvia Pinal falleció a los 93 años y según su asistente, Efigenia Ramos, el sábado será homenajeada en el Palacio de Bellas Artes.
