Autoridades de más 60 países incautaron 225 toneladas de cocaína durante una megaoperación en el Pacífico e identificaron nuevas estrategias de la mafia para llevar la droga hasta Australia, anunció este miércoles la Armada de Colombia.
En el operativo de 45 días participaron agencias de seguridad de Estados Unidos, Brasil, España, Países Bajos, entre otras naciones.
La decimocuarta edición de la campaña naval “Orión” logró en total la incautación de 1.400 toneladas de estupefacientes, incluido las 225 de clorhidrato de cocaína y 228 de marihuana, según indicó a los medios el vicealmirante de la Armada colombiana Orlando Enrique Grisales.
El responsable destacó el decomiso en la isla Clipperton de un semisumergible que se dirigía hacia Australia con cocaína fabricada en Colombia.
Este y otros hallazgos previos llevaron a las autoridades a concluir que existe una “nueva línea” del narcotráfico entre ambos países con embarcaciones sofisticadas.
Los semisumergibles de madera recubiertos de vidrio tienen el “combustible suficiente para llegar desde Colombia hasta Australia” (unas 5.000 millas) sin necesidad de abastecerse en el océano.
De acuerdo con Grisales, un kilogramo de cocaína es vendido en Australia hasta en 240.000 dólares. En Estados Unidos, por ejemplo, su precio oscila entre 33.000 Y 40.000 dólares.
Te puede interesar: Ozempic: ¿Qué es y cuáles son sus consecuencias?
Los países que participaron de “Orión” también identificaron alianzas entre grupos criminales de México, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú con mafias de Europa y Oceanía. Se trata de un cambio de organización en el mercado global de la cocaína.
“No es sola una estructura piramidal como en su época fueron los carteles, sino que hoy son redes del crimen organizado que se asocian”, añadió Grisales.
En la operación se realizaron “más de 400” detenciones en el marco de la recientemente creada Red Judicial Internacional Orión, apoyada por la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito.
Colombia es el mayor exportador de cocaína del mundo. En 2023 la producción de esta sustancia se disparó en un 53% hasta alcanzar las 2.600 toneladas anuales, según la ONU.