Alrededor de 200 monos fugitivos, parte de una creciente y agresiva población de primates en Tailandia, irrumpieron una estación policíaca al centro de la región. La situación orilló a los oficiales a atrincherarse en el edificio.
Ante el hecho, Somchai Seedee, capitán de seguridad, declaró que él y sus compañeros aseguraron “puertas y ventanas (..) para evitar“ que las criaturas “entren en el edificio por comida”.
Sin embargo, destacó que la principal preocupación era que los monos destruyeran documentos y causaran daños a la propiedad.
Durante el fin de semana, la policía de Lopburi informó vía Facebook que los oficiales y guardias de tráfico fueron solicitados para contrarrestar la situación.
A pesar de las autoridades utilizaron comida para atraer a las criaturas fuera de las áreas residenciales, los medios locales señalaron que aproximadamente una docena de ejemplares aún se encontraban en el techo del edificio.
Desde hace mucho tiempo, Tailandia considera a dichos ejemplares como una especie particular debido a su vínculo con el dios mono hindú, Hanuman, aunque la convivencia con los seres humanos se ha vuelto cada vez más tensa.