Rosario Piedra Ibarra, actual presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en México, es una figura de gran relevancia en el ámbito de los derechos humanos.
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Reelegida recientemente por el Senado para un segundo mandato que abarca del 2024 al 2029, su liderazgo suscita tanto apoyo como críticas.
Hija de la reconocida activista Rosario Ibarra de Piedra, fundadora del Comité ¡Eureka! En 1977, Rosario Piedra heredó la misión de su madre en la defensa de derechos humanos, particularmente en casos de desapariciones forzadas en México.
Nació el 14 de julio de 1951 en Monterrey, Nuevo León, y estudió Psicología en la Universidad Autónoma de Nuevo León, complementando su formación con una maestría en Psicopedagogía.
Antes de su nombramiento en 2019, Piedra era militante activa del partido político Morena, lo cual generó tensiones entre sus críticos y defensores.
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Esta afiliación y su respaldo al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador han sido temas de controversia, generando cuestionamientos sobre la independencia de la CNDH bajo su liderazgo.
La reciente reelección de Piedra Ibarra se llevó a cabo en una sesión del Senado marcada por la división política, con 87 votos a su favor de la coalición de Morena, PT y PVEM, en contraste con la oposición de otros partidos que cuestionan su desempeño y su cercanía con el partido oficialista.
Durante su primer mandato, Piedra Ibarra lidió con eventos significativos, como la toma de las oficinas de la CNDH en el centro de la Ciudad de México por colectivos feministas, quienes exigieron justicia en casos de violencia de género. Además, en distintas ocasiones manifestó la necesidad de reformar profundamente la CNDH para adaptarse mejor a las demandas de la sociedad, llegando a afirmar que la institución “no responde a las necesidades del pueblo”.
La reelección de Rosario Piedra representa tanto una continuidad en su proyecto como una prolongación de las tensiones que caracterizaron su administración.
LM
