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Como Agua para Chocolate es una obra que se ha ganado un lugar especial dentro de la cultura popular mexicana y es que desde su publicación como novela literaria y hasta su realización en el cine en 1992, su argumento ha dado de qué hablar y nos hace reflexionar por su atemporalidad y ahora que llega a su adaptación en serie, parte de su elenco habló de la importancia de volver a llevarla a la pantalla.

“Existen historias que muy pocas veces o jamás nos preguntamos de por qué se vuelven a hacer, en el teatro siempre reponen obras como La Vida es Sueño o Hamlet y es por la fuerza de su historia, porque vale la pena vivirla de nuevo ya que es atemporal y habla de lo que somos como humanos, por eso es que traer Como Agua para Chocolate es más que necesario”, dijo en conferencia de prensa la actriz Irene Azuela, quien da vida a Mamá Elena en esta nueva adaptación.

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La historia creada por Laura Esquivel se desarrolla en Piedras Negras, Coahuila, mientras ocurre la Revolución Mexicana y más allá de las batallas políticas y armadas que embargaron al hecho histórico.

Esta es una historia de empoderamiento, feminidad y lucha, ocurre dentro del seno de una familia y tiene como principal escenario a la gastronomía.

“Mi familia viene de Oaxaca y en ese contexto nos han criado como que el hacerle de comer a alguien es también una forma de demostrarle tu amor, porque el trabajo que hay detrás de un platillo, es un acto de cariño, de dedicar tiempo y esfuerzo a una persona y creo que esta obra tiene mucho de eso”, relató la actriz Ángeles Cruz.

Y este asunto de la gastronomía y el amor revolucionan en más de un sentido el discurso  del empoderamiento femenino, según la actriz.

“Para mí eso es la cocina, sí es ese lugar supuestamente carcelario, y donde se ubica generacionalmente a la mujer, pero también es ese poder evocativo de libertad para crear y compartir el amor a través del alimento. Es un ritual espiritual”.

En ese mismo sentido, para Ana Valeria Becerril, que encarna a Rosaura, el argumento más allá de criticar o intentar cambiar los roles, muestra cómo las mujeres nunca han dejado de luchar desde sus trincheras.

“A ellas se les negaron espacios públicos y en contextos de hechos históricos sí sé de algunas que aunque relegadas al espacio privado como la cocina, desde ahí hicieron sus revoluciones”, dice.

Igualmente considera que es desde la cocina donde generan sus rebeldías y donde estos personajes cuestionan su lugar en el mundo, sus vínculos y desde la comida es de donde lo hacen.

“Creo que es parte del poder que tiene esta novela que es muy actual, porque habla desde donde las mujeres aprendimos a ser revolucionarias a lo largo de la historia”, finalizó Becerril.

Como Agua para Chocolate se estrenará el 3 de noviembre a través de la plataforma en streaming MAX y cuenta con seis episodios.

Una novela que trascendió

 

Como Agua para Chocolate fue la primera novela de la autora mexicana Laura Esquivel,  publicada en 1989, y que le dio gran reconocimiento mundial, pues fue traducida a más de 30 idiomas y se incluyó en la lista de las 100 mejores novelas en  español del siglo XX del periódico El Mundo.

El impacto de la misma llegó al cine con su más famosa adaptación de 1992 en la que participaron Regina Torné, Lumi Cavazos, Marco Leonardi, Mario Iván Martínez, Ada Carrasco, Yareli Arizmendi y Claudette Maillé. El encargado de la producción y dirección fue Sergio Arau, en ese entonces esposo de la escritora.

 

La obra también llegó al teatro en 2004 a España y luego fue pasada a este formato en Estados Unidos; en 2023 tuvo su adaptación en ballet de la mano del American Ballet Theatre, en Nueva York.

Una historia romántica de realismo mágico desarrollada en los tiempos de la Revolución Mexicana es lo que es Como Agua para Chocolate y cuenta cómo el amor entre Tita y Pedro se ve obstaculizado por Mamá Elena, una mujer que decide seguir las tradiciones y la obliga a que rompa su amorío, pues como es la hija más chica, está destinada a cuidar de su madre.

Tita pasará largos años bajo la sombra de un amor que no puede ser y todo esto con la cocina como una metáfora de sus personajes y sus sentimientos.

Esquivel continuó con su labor de escritura y 25 años después de su publicación llegó El Diario de Tita, una secuela en donde de manera más íntima explora a la protagonista a través de sus páginas. 

Actualmente la escritora se dedica a la política y es embajadora de México en Brasil.

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