Redacción
El juicio contra el expresidente peruano Alejandro Toledo, relacionado con la trama de corrupción de Odebrecht, llega a su fin. En la última audiencia, Toledo reafirmó su inocencia y solicitó a los jueces la posibilidad de regresar a su hogar en Lima debido a problemas de salud, que incluyen cáncer y afecciones cardíacas.
Toledo, quien gobernó Perú entre 2001 y 2006, recordó que pasó tres años bajo arresto domiciliario en Estados Unidos antes de ser extraditado para enfrentar el juicio. Durante su alegato final, hizo un llamado a los magistrados, diciendo: «Déjenme curar o morir en mi casa».
El expresidente negó cualquier acuerdo con Jorge Barata, exdirectivo de Odebrecht en Perú, y con Josef Maiman, supuesto testaferro. A pesar de que la Fiscalía alega que Barata admitió haber pagado 35 millones de dólares a Toledo a cambio de la concesión de dos tramos de la carretera Interoceánica Sur, el exmandatario insistió en su inocencia.
El tribunal anunció que el 21 de octubre se dará a conocer el adelanto del fallo. Toledo se enfrenta a múltiples acusaciones, junto a otros coacusados, entre los que se encuentran exfuncionarios y empresarios.
El fiscal José Domingo Pérez ha solicitado una condena de 20 años y 6 meses de prisión para Toledo por los delitos de colusión y lavado de activos. En su argumentación, Pérez señaló que el exmandatario reconoció que Maiman había pagado la hipoteca de su casa, lo que, según él, constituye una admisión de culpabilidad.
Toledo, en su defensa, intentó desviar la atención hacia Maiman, acusándolo de ser un «gánster internacional» y sugiriendo que la corrupción se originó a partir de la colaboración entre Odebrecht y su entorno. En este contexto, el exmandatario también recordó que la idea de la carretera surgió durante una reunión con el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, en un esfuerzo por estimular la economía peruana.
