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El Doctor Patán, otra vez, se sintió inflamado de espíritu revolucionario con las palabras del compañero Arriaga. Qué importante es la poesía en una revolución de las conciencias, y, salvo por el de la Primera Poeta, no hay en la 4T un aliento lírico siquiera equiparable al de mi Marx.

Por esas venas corre el espíritu rebelde y épico–proletario de un Galeano, de un Benedetti; se siente el furor rebelde que de los Folcloristas, que de Quilapayún, que de la nueva trova.

Ya saben: denle la mano al indio, del mar los vieron llegar mis hermanos emplumados, vamos todos a desalambrar, andará Nicaragua, yo pisaré nuevamente las calles y demás disparos literarios insurgentes y populares de alto calibre, dirigidos a la línea de flotación del imperialismo yanqui y sus lacayos mexicanos. En fin, que en esa voz huele a peña setentera. A que pasa el cóndor, y hace aletear nuestros huipiles.

Esto viene a cuento porque se mandó el camarada Marx una serie de x-tuits “convocando” al magisterio a la resistencia, todos impregnados de fuego verbal guevarista. Parece ser que lo de aplicar la prueba Mejoredu es neoliberal. Así pues, oh magisterio con sed de futuro, punta de lanza de la democracia popular, vanguardia del cambio: ¡a las barricadas! Hagan de Mejoredu una Playa Girón. Conviertan las aulas en uno, dos, tres Vietnam, se entiende que metafóricamente. Eso vino a decir el camarada, con otras palabras y mucho más pulso literario que yo.

Dijo eso, y que los maestros deben encender las “fogatas freireanas”. El Doctor Patán tiene todavía muchas áreas de oportunidad con su formación en el socialismo y la descolonización, que ya urgen, y nomás no entiende lo de las fogatas. De hecho, ha tenido sus dudas con Freire, porque algunos compañeros de generación francamente salieron medio disfuncionales de las escuelas de don Paulo. Ya no.

Quiero aprovechar este espacio para solidarizarme así, freireanamente, con el camarada, un protagonista de la revolución de las conciencias. ¿Qué los libros salen tarde, que tienen sus problemillas con las matemáticas, la precisión histórica, el dibujo o la redacción? Puede ser. Pero no hay que ver al camarada como un mero editor, sino como un Rosa Luxemburgo que, con su voz, encabeza a la clase trabajadora en su lucha por emanciparse.

Así que vengan las fogatas. Es más: usémoslas para quemar los libros de Friedman, Vargas Llosa y Krauze, que de todas formas ya fueron incinerados por la verdad histórica contenida en la Nueva Escuela Mexicana.

 

      @juliopatan09

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