El final del sexenio no será para López Obrador el colofón de terciopelo que imaginaba.
A pesar de haber logrado la aprobación de una de las reformas más controvertidas de la historia moderna del país, el tabasqueño no podrá quitarse dos estigmas que marcarán su administración: no acabar con la inseguridad como había prometido y eliminar el estigma que relaciona a funcionarios de su gobierno con el narcotráfico.
En el primer caso, López Obrador, como presidente electo, le dijo a Ciro Gómez Leyva, en una entrevista televisada, que si no lograba pacificar al país “no habría legado que dejar’’, que su administración “habría fracasado’’.
El país no solo no está pacificado; por el contrario, López Obrador dejará una herencia de casi 200,000 muertos, para convertir su sexenio en el más violento en la historia mexicana.
Su política de “abrazos, no balazos’’, resultó ser un fracaso, al igual que la estrategia de becar a “ninis’’ para que no fueran reclutados por la delincuencia organizada.
Los cárteles cada día reclutan a más adolescentes, que igual cobran las ayudas sociales del gobierno.
Ahí están las estadísticas.
Sinaloa, un estado al que López Obrador le tuvo especial afecto, está sumido en una ola de violencia derivada de los enfrentamientos entre los grupos de El Mayo Zambada, que buscan venganza por el secuestro y extradición extrajudicial de su jefe, y los hijos del Chapo Guzmán, señalados como los responsables de haber engañado, torturado, secuestrado y entregado a las autoridades de Estados Unidos al Mayo.
Ayer, el villano favorito de López Obrador, Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública con Felipe Calderón, envió desde su celda en una prisión de New York, una carta en la que asegura que existen audios, videos y fotografías de reuniones de López Obrador con los líderes del Cártel de Sinaloa.
Evidentemente, no los mostró, pero la denuncia del exfuncionario se suma a otros señalamientos hechos igualmente por personajes ligados a la delincuencia organizada que afirman lo mismo que García Luna.
Semanas antes de las elecciones, en las redes sociales fue tendencia el #NarcoPresidente que molestó tanto a López Obrador; a 12 días de finalizar su gobierno, volverá a las redes.
¿Qué tanto puede pesar la acusación de García Luna?
Poco y nada, si no exhibe las pruebas que dice tener.
Pero como bien dice el propio López Obrador, “lo que no mancha, tizna’’, su administración terminará, por lo menos, tiznada.
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Como para que dejen de poner en duda la honestidad del partido Movimiento Ciudadano, el coordinador de los senadores naranjas, Clemente Castañeda, anunció que su bancada impugnará la reforma al Poder Judicial.
Está bien, pero lo que debería aclarar el senador (y la dirigencia del partido) es el por qué su compañero de bancada, Daniel Barreda, montó todo un show para evitar llegar a la votación de dicha reforma.
Castañeda le debe esa explicación no solo a sus compañeros y militantes de su partido, sino al país en general.
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La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, y la próxima secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, sostuvieron la Primera Sesión Ordinaria del Organismo Gestor del Programa Maya Ka´an.
Maya Ka´an contempla una superficie de 909 mil 644 hectáreas en las que se encuentran 76 comunidades de la zona Maya, entre Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos, destinadas a la conservación del patrimonio natural y cultural a través de la actividad turística.
@adriantrejo