Poner ‘en pausa’ la relación con las embajadas de Estados Unidos y Canadá por parte de la administración de López Obrador, tras su opinión sobre la reforma judicial que se discute en México, puede poner en riesgo la revisión del T-MEC, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Afirmó que no sólo eso, también diversos países que tienen inversiones en México pueden estar preocupados por el entorno de una débil seguridad jurídica que pudiesen enfrentar con estas iniciativas.
Los analistas del sector privado aseguraron que el apresuramiento del Gobierno, junto con la poca disposición de escuchar la opinión de la oposición sobre sus acciones, solo genera incertidumbre y confirma la preocupación de que, con la reforma judicial y la desaparición de los órganos autónomos, las decisiones de las autoridades estarán supeditadas a las necesidades de esta administración y no necesariamente hacia el bienestar de la población.
El Poder Ejecutivo debería tener en cuenta que hay poco más de 20 millones de habitantes que no votaron por su proyecto y, por ende, su consideración sobre las reformas propuestas es tan válida como cualquiera de sus votantes.
“En el Congreso la opinión debe ser plural y respetada”, sentenció el CEESP.