Las tarjetas de crédito son, por mucho, una de las mejores formas de obtener financiamiento por parte de bancos a tasas accesibles y cómodas. Sin embargo, existen líneas de crédito más convenientes que otras, y entre ellas destaca la tarjeta de crédito sin anualidad. ¿Qué son? ¿Qué ventajas ofrecen? Te explicamos.
¿Qué es una tarjeta de crédito sin anualidad?
Cuando un banco aprueba una línea de crédito a través de la emisión de una tarjeta, este se vale de dos formas principales para obtener ingresos. La primera es a través de los intereses que se suman a los pagos que hará el tarjetahabiente para cancelar la deuda que adquirió al comprar con la tarjeta.
Y la segunda forma es a través de la anualidad. Esto es una comisión por uso de la tarjeta, es decir, una cantidad fija que el usuario debe pagar por el único hecho de poseer la tarjeta. No importa cuánto facture el usuario con la misma, deberá pagar una anualidad adicional al cobro de los intereses.
El monto que se cobra va a depender de la entidad bancaria o la gama a la que la tarjeta de crédito pertenezca. Ahora bien, una tarjeta con comisión por anualidad alta puede ser un dolor de cabeza para los prestatarios; de allí que sea muy atractivo el que existan líneas de crédito que no cobren estas tarifas.
Una tarjeta de crédito sin anualidad es aquella que no le cobra al cliente por usar la tarjeta ni por gastos de mantenimiento.
Esto permite al tarjetahabiente librarse de una tarifa adicional, y por ende, ahorrar dinero. Este dinero que el banco no está cobrando al cliente puede utilizarse para aumentar la facturación de la tarjeta, o simplemente guardarlo.
¿Cuánto ahorro puede significar para una persona el tener una tarjeta de crédito sin anualidad?
Cómo dijimos antes, depende. Sin embargo, las tarjetas de crédito en México suelen cobrar alrededor de $4,000 a $6,000 solo en tarifas de anualidad. Así que prescindir de esta comisión puede darte la suficiente libertad para poner en marcha otros proyectos o metas que tengas.
Principales beneficios de tener una tarjeta que no cobre anualidad
Algunas personas piensan que pagar anualidad en una tarjeta de crédito es ventajoso porque les permite acceder a mayores beneficios de parte del banco; pero esto no significa que tener una tarjeta de crédito que no cobre anualidad no tenga beneficios.
Al contrario, lo que pagas en anualidad al banco ellos “lo regresan” en forma de incentivos, ofertas, descuentos, etc.
Sin embargo, si no tienes una facturación alta que te permita aprovechar al máximo los beneficios de la tarjeta, la anualidad te puede hacer perder dinero.
En cambio, una tarjeta de crédito sin anualidad te permite tener mayor liquidez y rebaja tus obligaciones financieras con el banco.
Debes tener en cuenta que algunos bancos tienen tarjetas con anualidad condicional, dónde no te cobran comisión si llegas a cierto monto de gasto anual. Pero en general, tener una tarjeta sin anualidad no te obliga a facturar más de la cuenta ni asumir niveles de deuda de forma innecesaria.
Lo mejor es que el dinero que ahorras con tu tarjeta de crédito sin anualidad lo puedes colocar en una cuenta de ahorro con rendimiento. De esta forma, obtienes una ganancia adicional sobre tu ahorro, aumentando tu nivel de solvencia sin que tengas que hacer nada.
Además, los intereses que obtienes de la cuenta de ahorros te ayudan a sopesar los intereses que pagas en tu tarjeta de crédito.
Y finalmente, algunos bancos no limitan los beneficios de una tarjeta de crédito sin anualidad. Así que aunque te ahorras ese cobro anual, sigues obteniendo descuentos, cashback, promociones exclusivas, etc.
Si comparas entre las distintas opciones que te ofrecen tarjetas sin anualidad te será más fácil comprender las ventajas y desventajas de cada una. ¿El resultado? Una línea de crédito adaptada a tus necesidades, capacidad de pago y que te permite acceder a todos o la gran mayoría de beneficios sin que te cueste más.