El desempleo en menores de 30 años aumentó en los últimos años; además hay inexistencia de una política similar enfocada en la preparación académica.
DANIEL ESCOBAR
GRUPO CANTÓN
México.- El desempleo en menores de 30 años aumentó en los últimos años, a pesar de que en este sexenio se implementó por primera vez, una política pública enfocado en atacar la exclusión y precariedad laboral de los jóvenes en México.
De acuerdo con datos abiertos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la cantidad de personas con edades de los 15 a 29 años con trabajo formal a fines de 2023, disminuyó con respecto a la misma temporalidad en 2018 (noviembre de cada año), siendo 128 mil menos.
Lo anterior a pesar de que, en su totalidad, es decir tomando en cuenta todas las edades en conjunto, los empleos sí crecieron un 9.5 por ciento, es decir que la juventud no va con la tendencia de toda la población.
Estas cifras resultan de un escenario, en el que, en estos primeros cinco años del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” (JCF) ha destinado cerca de 100 mil millones de pesos, y ha apoyado a 2.8 millones de participantes, medio millón más que la meta originalmente planeada.
Sin embargo, otra realidad paralela es que aunque estos números hubieran resultado a la inversa, el progreso ante esta crisis de la juventud mexicana sería minúsculo, considerando que más de la mitad de quienes se ubican en este rango etario, sufren marginación laboral.
La ONG “Acción Ciudadana Frente a la Pobreza” (ACFP), señaló en un estudio reciente que hay más de 16.4 millones de jóvenes en una situación de marginación económica, de los cuales una tercera parte está “fuera de la escuela, sin estudios universitarios y sin trabajo”, y 79 porciento de esta fracción son mujeres.
La mitad de ellos sí cuentan con un empleo, pero, el ingreso de este no les es suficiente y carecen de seguridad social.
ACFP destacó ciertos aspectos que explican la falta de resultados de JCF, como que se prioriza a aquellos que por situaciones socioeconómicas tienen más exclusión, un sesgo geográfico al no enfocarse en zonas metropolitanas donde hay mayor desempleo juvenil, no ofrecer opciones de cuidado para madres jóvenes, la inexistencia de una política similar enfocada en la preparación académica, y la apatía de las empresas para incorporarse al programa.
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