Morena ostenta las 23 gubernaturas en su poder como un arma electoral que le tiene casi garantizado el triunfo en las elecciones del próximo 2 de junio.
Eso debería llamar la atención de los organismos electorales, pues claramente los gobernadores guindas harán lo que les pidan desde Palacio Nacional o desde la campaña para incidir en el voto a favor de su causa.
Sin embargo, hay gobernadores que en lugar de sumarle al partido del Presidente le restan votos.
Está el caso del impresentable Cuitláhuac García en Veracruz, o Evelyn Salgado en Guerrero; ambos estados con índices de violencia históricos y un grado de desarrollo, en el caso del primero, anoréxico considerando sus posibilidades y, nulo en el caso del segundo.
También en Chiapas, el gobernador Rutilio Escandón, uno de los peores mandatarios que ha tenido el estado, es el responsable de la expansión de los grupos de la delincuencia organizada ante su pasividad.
Un gobierno permisivo al que el narco le tiene tomada la medida.
Tamaulipas no es un caso distinto.
El gobernador Américo Villarreal carga, desde su designación como candidato, la sospecha de sus ligas con el “empresario’’ huachicolero Sergio Carmona, asesinado en Monterrey en noviembre del 2021.
También puede darse una vuelta por Sinaloa y preguntarles a los ciudadanos cómo evalúan a su gobernador Rubén Rocha Moya, cuyos escándalos son mayores a sus resultados.
Como sea, Morena cree que los 23 gobernadores (y sus respectivas arcas estatales) serán determinantes para ganar, pero siempre está la ciudadanía que no pasará por alto las malas gestiones.
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Este jueves, Renán Barrera Concha se inscribirá como candidato oficial a la gubernatura de Yucatán por la alianza Fuerza y Corazón por México.
El también exalcalde de Mérida llega arropado por la militancia del PRI, PAN, PRD y también por miles de morenistas que decidieron dejar el proyecto morenista por las inconformidades que generó la postulación del expanista Rommel Pacheco para la capital yucateca y el expriista Jorge Carlos Ramírez Marín para el Senado.
Barrera comenzará la campaña con ventaja sobre el candidato morenista, pero no debe descuidar ningún flanco pues para el partido presidencial conquistar la Península (ya tienen Campeche y Quintana Roo) es una obsesión.
Ojo.
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Por cierto en Quintana Roo la pelea por las candidaturas a las presidencias municipales está a todo lo que da.
Cancún, que es la joya de la corona, no lo quieren soltar la gobernadora Mara Lezama ni su padrino político, el ni tan niño verde Jorge Emilio González, que se encargarán de bloquear las aspiraciones de Marybel Villegas.
La senadora ganó la encuesta de Morena pero, como no se ha realizado la llamada “encuesta espejo’’, no se ha querido oficializar el resultado.
Además que, abiertamente, la gobernadora y su mentor no la quieren de candidata y buscarán convencer a Mario Delgado de que no le levante la mano.
Villegas ya fue chamaqueada una vez por Mara, en la elección del 2021, cuando le prometió que sería diputada y presidenta del Congreso local, algo que no cumplió.
El único camino que tiene la senadora por Quintana Roo, es solicitar la intervención de Claudia Sheinbaum.
A ver si le hace caso.
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Lamentablemente la familia de Ricardo Monreal padece hoy los estragos de la violencia incontrolable que vive el país y señaladamente su natal Zacatecas.
Su cuñado, Juan Pérez Guardado, funcionario del ayuntamiento de Fresnillo, fue asesinado sin que se tenga un móvil para el homicidio ni ningún detenido.
Para el senador y su señora esposa, nuestro pésame.
@adriantrejo
