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ANA MARÍA VÁZQUEZ
@Anamariavazquez

La reciente campaña contra el desperdicio de agua viene dura y en serio, el propio Jefe de Gobierno, Martí Batres ha conminado a un uso consciente del agua. En Monterrey, Querétaro, Hidalgo, Estado de México y Morelos se han visto los estragos de la escasez. ¿Cómo llegamos a esto?, en el pasado, campañas como “Aguas con el agua” o “Gota a gota se agota”, luchaban por una conciencia del abuso debido a que los mantos acuíferos estaban secándose; el agotamiento es real, los mantos de la otrora “ciudad en la laguna” casi no existen. El artículo 4 de la Constitución reconoce al agua como derecho humano: “toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo persona y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible”. Desafortunadamente y amparados en esta misma ley, durante el régimen neoliberal comenzaron a darse al por mayor, concesiones de agua; Nuevo León, por ejemplo, cuenta con 639 títulos, pero los registros muestran más de medio millón de concesiones, algunas para uso agrícola y ganadero, pero otras, para campos de golf, espacios recreativos particulares, industrias y revendedores que, a la fecha, evaden hasta el pago por el uso (abuso) del mismo.

El saqueo legalizado sigue hasta ahora, y en la “revisión de contratos” se ha ido el sexenio sin que se frene a los depredadores reales y que, como en Querétaro, chantajean a la población con que “si se les multa o cierra, la población quedará seca”.

Urge que CONAGUA regularice el uso y abuso de agua, y aquí te van unos ejemplos:

Se necesitan 10 litros de agua para elaborar una hoja de papel higiénico 140 litros de agua, 0.7 kg de madera y 1.3 kw/h de energía eléctrica; elaborar una CocaCola requiere de 34.5 litros de agua por cada medio litro, al menos en Mérida, Femsa, posee 17 pozos de los que se extraen 4,400 millones de litros por segundo, pero no es solamente en Mérida, FEMSA posee concesiones en todo el país. Pepsi extrae 32 mil millones; Nestlé Danone, Bimbo y otras, consumen 133 mil millones de litros en sus procesos de elaboración. El agua residual de dichas empresas oscila en los 119 mil millones de litros, que son desechados sin tratamiento y CONAGUA en este sexenio, ha brillado por su ausencia.

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