Hace unos meses, (el 23 de septiembre pasado), el propio Dante Delgado, dueño del Partido Movimiento Ciudadano (MC), declaró que el candidato presidencial naranja se conocería hasta enero.
El día 20, para ser precisos.
Ya el frente opositor y Morena habían designado a sus respectivas abanderadas, pero el MC “se lo tomaría con calma’’.
Sin embargo, la ambición de Samuel García provocó que Delgado aceptara de mala gana abrir un proceso de preselección de su candidato presidencial, en el que el gobernador de Nuevo León, sospechosamente, fue el único que sobrevivió.
Ochenta precandidatos no pasaron ni siquiera el primer filtro naranja, entre ellos la senadora Indira Kempis.
Durante las dos semanas que duró el novelón que tuvo como protagonista a García, Delgado no subió un post, no emitió una declaración ni siquiera un boletín de apoyo ante lo que consideró, ayer, una embestida de “la vieja política’’.
Ni una palabra de apoyo.
Con el escenario dispuesto para que se cumpla el compromiso de tener a su candidato presidencial en enero próximo, Dante Delgado acudió al lenguaje pandillero para tratar de rescatar los restos del MC en Nuevo León.
“Esto no se va a quedar así’’, amenazó.
No, efectivamente, no se quedará así porque el frente opositor ya olió sangre y porque Dante Delgado comenzará a mover sus fichas para que todo se acomode a su favor.
Descartado por propia voluntad Luis Donaldo Colosio Riojas, así como el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro, solo quedarían tres emecistas con posibilidad de ser candidatos presidenciales:
El frustrado coordinador de campaña de García, Jorge Álvarez Máynez, quien por cierto fue rechazado ayer por el grupo Jalisco, el más influyente dentro del MC; el senador Clemente Castañeda, que buscó ser candidato a gobernador de Jalisco, sin conseguirlo, y el propio Dante Delgado.
El primero quiso madrugar y destaparse como sucesor de García, pero es un desconocido en el país; sería una apuesta perdedora; el segundo tiene más presencia a nivel nacional pero tampoco trae el costal de canicas para jugar la grande.
Así que el único que podría hacer una campaña sin invertir en tiempo y recursos para que lo conozcan en el país es Dante Delgado.
Cancelada está la posibilidad de que Marcelo Ebrard acepte llegar de emergente porque ya renovó sus votos con Morena, a pesar del maltrato recibido.
Los astros se le volvieron a alinear al patrón naranja.
Diantre de Dante.
****
Por cierto, el presidente del PRI, Alejandro Moreno, le ganó la partida a Samuel García que había desafiado no solo al tricolor sino al PAN cuando le demandaron entregar los recursos que le corresponden a los municipios gobernados por la oposición.
Moreno ya había ido a Monterrey a protestar por las medidas de coerción que tomó Samuel García en contra de la oposición, pero el gobernador apretó más a las alcaldías aliancistas.
El pleito está cantado y parece que sólo hemos visto los primeros rounds; PAN y PRI siguen teniendo la mayoría en el Congreso y si no hay una negociación política que distienda la tensión en el estado, seguramente sí habrá inestabilidad en todos los sectores.
****
Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum fueron a pasar lista, perdón, a platicar con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
Generalmente esas visitas ocurrían en marzo o abril, pero por alguna razón esta vez se tenía prisa, por parte del gobierno estadounidense, de conocer las posturas de las candidatas presidenciales.
¿Será que en EUA están decidiendo si se van con melón o con sandía?
@adriantrejo