Elio Henríquez/La Jornada/San Cristóbal de Las Casas, Chis. – Los municipios autónomos y las Juntas de Buen Gobierno (JBG) recién desaparecidos, fueron para los pueblos zapatistas “como una escuela de alfabetización política”, con lo que “aprendimos a gobernarnos y pudimos hacer a un lado a los malos gobiernos y a organizaciones que dizque son izquierdistas y progresistas”, afirmó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Agregó que “nunca habíamos tenido la oportunidad de gobernarnos”, ya que “siempre fuimos gobernados”, al tiempo de subrayar que el alzamiento zapatista de 1994, fue “una lucecita en la noche más oscura”, ya que “la situación en la que estábamos, pues era de muerte y desesperación. Nos cerraron todo. No había ni puertas, ni ventanas, ni rendijas. Como que querían que muriéramos ahogados”.
Explicó que los municipios autónomos y las JGB fueron desaparecidos porque se enfrentaron al problema principal de la “maldita pirámide” que “fue separando a las autoridades de los pueblos, se fueron alejando entre pueblos y autoridades. No bajan tal cual las propuestas de autoridades a los pueblos, ni tampoco llegan a las autoridades las opiniones de los pueblos”.
En resumen, añadió, “se vio que la estructura de cómo se estaba gobernando, de pirámide, no es el camino. No es de abajo, es de arriba. Si el zapatismo fuera sólo el EZLN pues es fácil dar órdenes, pero el gobierno debe de ser civil, no militar. Entonces el mismo el pueblo tiene que buscar su camino, su modo y su tiempo. Dónde y cuándo qué cosa. Lo militar debe ser sólo para defensa. La pirámide puede servir tal vez para militar, pero no para civil”.
Al hacer un balance del trabajo de los municipios autónomos el EZLN sostuvo en un documento firmado por el Subcomandante Moisés, que “lo más importante que aprendimos fue que la autonomía no es de teoría, de escribir libros y hacer discursos. Es de hacer. Y lo tenemos que hacer nosotros como pueblos, y no esperar que alguien venga a hacerlo por nosotros. Todo eso es, digamos que lo bueno: una escuela de autonomía práctica”.
Sobre las JBG señaló que “también fueron muy importantes porque con ellas aprendimos a intercambiar ideas de luchas con otros hermanos de México y del mundo, donde vimos bien la agarramos y donde vimos que no, lo desechamos (…) con las JBG aprendimos a encontrarnos y a organizarnos, a pensar, a opinar, a proponer, a discutir, a estudiar, a analizar y a decidir por nosotros mismos”.
Manifestó que ambas instancias de gobierno autónomo zapatista “sirvieron para que aprendiéramos que la teoría sin práctica es pura lengua. Y que la práctica sin teoría, pues andas como ciego. Y como de lo que empezamos a hacer no hay teoría o sea que no hay manual o un libro, pues entonces también lo hemos tenido que hacer nuestra propia teoría. A los tropezones hicimos la teoría y la práctica”.
Afirmó que en estos 30 años los zapatistas han ido aprendiendo “lo que es ser autónomo, o sea que nos auto dirigimos, nos autogobernamos. Y no ha sido fácil, porque todos los gobiernos que han pasado del PRI, PAN, PRD, PT, Verde y Morena, no se acaba su gana de destruirnos. Por eso, igual que en los gobiernos pasados, en éste salió eso de que ya nos desaparecimos, que ya nos huimos, que ya estamos muy derrotados, que ya no hay de zapatistas, que nos fuimos a Estados Unidos o a Guatemala”.
El grupo rebelde también dijo que después de la reflexión realizada del trabajo de los municipios autónomos y las JBG se vio que “ya no van a servir para lo que viene (…) el principal problema es la maldita pirámide que fue separando a las autoridades de los pueblos”.
Aseguró que “también se hicieron muchos esfuerzos en la formación de las autoridades que se renuevan cada tres años, pero la base principal de la autoridades de los pueblos no se está preparando. O sea, no se forman relevos”.
Reconoció que “hubo, en algunos municipios autónomos y JBG, hubo mala administración de recursos de los pueblos, y, claro, fueron sancionados” los responsables.
Sostuvo que la situación en Chiapas “está más peor que los años pasados. Ahora los matan en sus casas, en sus calles, en sus pueblos. Y no hay gobierno que vea y escuche las exigencias de los pueblos. Y no hacen nada porque ellos meros son los criminales”.
Remarcó: “Por todo esto y lo demás, entramos a una gran serie de reflexiones y llegamos a conclusión que sólo nos queda una gran discusión de todos los pueblos y análisis, de qué forma enfrentar la nueva y mala situación y al mismo tiempo de cómo vamos a seguir gobernándonos. Se llevaron a cabo reuniones y asambleas, zona por zona, hasta llegar a un acuerdo de que ya no van existir las JBG ni los municipios autónomos y que necesitamos una nueva estructura, o sea acomodarnos de otra forma. Esta propuesta no es sólo de reorganizar. Es también una nueva iniciativa. Un nuevo reto”.
Concluyó: “Entonces, lo que hicimos, pues, es cortar la pirámide. La mochamos, pues, de la punta. O más bien, como que la volteamos, la pusimos de cabeza”.